Seguimos aprovechando el tiempo soleado y que las chicas estén de vacaciones. Había previsto coger un par de días pero ha habido en el trabajo demasiado jaleo y no me parece dejar a los compañeros un poco colgados (una no dejará de ser tonta nunca).
Esta estampa en el Pontón, con ese edificio que a mi siempre me ha parecido un orfanato con millones de secretos ocultos, y con nieve en la sierra se me antoja perfecta para dar un paso con las chicas de Valsain y los polluelos.